Estar en el seno del movimiento artístico y literario es algo sumamente importante en la sociedad. Recuerdo tocar sus puertas en obritas de teatro en los festivales estudiantiles cuando cursaba la Carrera de Periodismo en la Universidad de Oriente, en la vecina provincia oriental de Santiago de Cuba, en los primeros años de la década de 1970.
Eso me entusiasmó y me llevó a integrar por algunos años la comparsa de la Federación Estudiantil Universitaria, que en aquellos tiempos desfilaba en los contagiosos carnavales de Santiago, unos de los mejores de Cuba y reconocidos internacionalmente porque en ocasiones se comparan con los renombrados de Río de Janeiro, Brasil.
Pues sí, también han sido someras las aproximaciones a este mundo durante la vida estudiantil de mi esposa Sonia Peña Valdés o de mis tres hijos, que están en tan bonita etapa: dos en la Universidad y el último en preparación para cursar la carrera de Medicina.
Entenderás que mi familia no tiene un aval importante en los menesteres de la cultura artística y literaria. En mi caso, después de graduado en julio de 1976, he obrado a favor del pueblo tunero desde las páginas del periódico 26; mientras, en los últimos tiempos he contribuido a la difusión internacional de los espacios de internet, principalmente en las dos versiones del medio y en este blog.
Debo informarte que vivo en la capital de la joven provincia de Las Tunas, que a través de los más de 50 años del triunfo de la Revolución ha ido creando una cultura general integral en constante ascenso.
Creo interesante contarte que entre los eventos culturales de renombre nacional están la Jornada Cucalambeana dedicada a la décima en homenaje al mayor poeta bucólico del país Juan Cristóbal Nápoles Fajardo y que en los últimos tiempos ha adquirido un carácter iberoamericano y las bienales de esculturas de grandes formatos, pues Las Tunas está bautizada como la capital de la escultura en Cuba por tener un fuerte movimiento y una enorme presencia de obras de distintos autores, emplazadas en plazas, parques, avenidas, calles y frentes de centros laborales.
Te agrego el carácter internacional de festival de magia Anfora, el Festival Nacional de Danzón Barbarito Diez, en recordación a uno de los grandes cubanos de dicho género, que vivió parte de su vida en el norteño municipio de Manatí y el encuentro anual de guitarras, el concurso de poesía erótica La Lama Doble y el Festival de cine Cinemazul.
Quizás te interese saber que en los ocho municipios del territorio, con predomino en Las Tunas y Puerto Padre, se desarrolla un amplio movimiento artístico y literario alrededor de organizaciones y instituciones, que promueven a una amplia gana de manifestaciones.
No creas que es chovinismo, pues en realidad Las Tunas es un fuerte exponente en el escudo espiritual de la nación cubana, pues en ella palpita el amplio mosaico del mestizaje que identifica la cultura del país.
Por todo eso, te comento que hay orgullo para festejar un día como hoy, 20 de octubre, proclamado Día de la Cultura Cubana, en recordación a igual fecha de 1968, cuando el bayamés Perucho Figueredo dio lectura a la delirante letra de La Bayamesa, canto eterno de rebeldía y patriotismo en la Isla, que ha transitado a través de los tiempos de mano en mano y de pecho en pecho y se ha convertido en un canto de libertad, cultura y nación.
Te complemento que estamos a unos 76 kilómetros de la ciudad heroica donde se escribió y se dio a conocer la letra, convertida en un himno, desde aquella época del inicio de las guerras de liberación en Cuba, precisamente por esas cercanías el 10 de octubre de 1968, cuando Carlos Manuel de Céspedes, protagonizó el grito de independencia en el ingenio La Demajagua de Manzanillo.
Ambos territorios pertenecen a la colindante provincia oriental de Granma, por donde desembarcaron procedentes de México, el 2 de diciembre de 1956, los expedicionarios del yate Granma, comandados por el máximo líder de la Revolución cubana Fidel Castro Ruz, y que encabezaron el Ejército Rebelde que derrocó a la tiranía de Fulgencio Batista, el primero de enero de 1959.
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