Este 27 de
febrero, hace 29 años que nació Rainer Segura Peña, mi primer hijo que me presentó
a las puertas de las inmensas responsabilidades de padre, que nunca terminan.
De allá a
acá, no ha llovido tanto como se dice en buen cubano, pero siempre me ha
mantenido en vilo por el seguimiento al desarrollo de su personalidad y actitud
ante los diferentes procesos de la vida, junto a su madre Sonia Peña Valdés que ha sido inspiración y guía principal.
Con él
aprendí a atener a un bebé en la amplitud de la palabra, desde los pañales, la
alimentación, el desarrollo corporal, la asistencia médica, el círculo infantil
y el resto de las obligaciones.