Nuevamente nos acogemos
la alerta de José Martí: "ni pueblos ni hombres respetan a quien no se
hace respetar (...)hombres y pueblos van por este mundo hincando el dedo en la
carne ajena a ver si es blanda o si resiste, y hay que poner la carne dura, de
modo que eche afuera los dedos atrevidos".
Tanto Martí como Fidel
nos han enseñado a no ceder en cuestiones de principio, ética y defensa de la
soberanía de la Patria, Por eso, los revolucionarios suscribimos la decisión de
Cuba contenida en la declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores, este 22 de febrero:
“Medios
internacionales de prensa difundieron en las últimas semanas la intención del
Secretario General de la OEA, Luis Almagro Lemes, de viajar a La Habana a fin
de recibir un "premio" inventado por un grupúsculo ilegal
anticubano,que opera en contubernio con la ultraderechista Fundación para la
Democracia Panamericana, creada en los días de la VII Cumbre de las Américas de
Panamá, para canalizar esfuerzos y recursos contra gobiernos legítimos e
independientes en "Nuestra América".
“El plan, tramado en
varios viajes entre Washington y otras capitales de la región, consistía en
montar en La Habana una abierta y grave provocación contra el gobierno cubano,
generar inestabilidad interna, dañar la imagen internacional del país y, a la
vez, afectar la buena marcha de las relaciones diplomáticas de Cuba con otros
Estados.Tal vez algunos calcularon mal y pensaron que Cuba sacrificaría las
esencias a lasapariencias.
“Al espectáculo serían
arrastrados el propio Almagro y algunos otros personajes derechistas que
integran la llamada Iniciativa Democrática para España y las Américas (IDEA),
la cual también ha actuado de forma agresiva en los últimos años contra la
República Bolivariana de Venezuela y otros países con gobiernos progresistas y
de izquierda en América Latina y el Caribe.
“El intento contó con
la connivencia y apoyo de otras organizaciones con abultadas credenciales
anticubanas, como el Centro Democracia y Comunidad y el Centro de Estudios y
Gestión para el Desarrollo de América Latina (CADAL); y el Instituto Interamericano
para la Democracia, del terrorista y agente de la CIA Carlos Alberto Montaner.
Además, desde el año 2015, se conoce el vínculo que existe entre estos grupos y
la Fundación Nacional para la Democracia de Estados Unidos (NED, por sus siglas
en inglés), que recibe fondos del gobierno de ese país para implementar sus
programas subversivos contra Cuba.
“Al conocer de estos
planes y haciendo valer las leyes que sustentan la soberanía de la nación, el
gobierno cubano decidió negar el ingreso al territorio nacional a ciudadanos
extranjeros vinculados con los hechos descritos.”
Las enseñanzas a
través de los más de 50 años de Revolución nos dejan claro que no se pueden
admitir ni el chantaje ni la humillación a los enemigos externos e internos.
Conocemos de sobra la utilización
de la manipulación y los hechos encubiertos de los enemigos para tratar de
debilitarnos en cualquiera de las actividades que realizamos con tantos
esfuerzos para consolidar la obra común en beneficio de todos.
Cuando reforzamos la
unidad para resistir y vencer frente al bloqueo de los Estados Unidos y la
influencia de la crisis económica mundial, no podemos permitir desordenes de
quienes apuestan para aplastarnos. Tampoco admitimos enrarecimiento en el
proceso de lucha por la integración de los pueblos de América Latina y el
Caribe.
Hay que tener tanta desvergüenza
para intentar entrar de manera fraudulenta a montarnos un show en nombre de los
derechos humanos.
Y como bien dice la Declaración:
“¿Dónde ha estado la OEA, que siempre ha guardado cómplice silencio frente a
estas realidades? ¿Por qué calla? Hay que ser un trasnochado para intentar
venderle a los cubanos "los valores y principios del sistema
interamericano" frente a la dura y antidemocrática realidad engendrada por
ese mismo sistema. Hay que tener escasa memoria para no recordar que, en febrero
de 1962, Cuba se alzó solitaria frente a ese "cónclave inmoral", como
lo denominó Fidel en la Segunda Declaración de La Habana. Cincuenta y cinco
años después y con la compañía de pueblos y gobiernos de todo el mundo, es
menester reiterar, como aseguró el Presidente Raúl Castro, que Cuba nunca
regresará a la OEA.”
Tenemos bastante con
las dificultades que nos han creado desde el exterior, por eso necesitamos
continuar dedicando todos los esfuerzos para seguir adelante en la construcción
del socialismo próspero y sostenible que nos hemos propuesto.
Con más tranquilidad
podemos hacer más y en ese rumbo andamos. Nuestro modelo económico y social se
consolida con buenas intenciones y la cooperación multisectorial y personal,
por eso siempre nos opondremos a lo que nos dañe y nos entretenga
engañosamente.
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