El
funcionamiento integral de la provincia de Las Tunas se sostiene en hombros de
organismos y organizaciones con férrea coordinación. Y a la normalidad se añade
la amplia programación de verano para los meses de julio y agosto. Todo eso,
complica las cosas y exige elevados niveles de rigor para evitar debilitamiento
en cualquiera de los eslabones de la enorme cadena.
Los
abastecimientos de recursos y la transportación de mercancías y pasajeros
constituyen la columna vertebral de las actividades veraniegas, concebidas con
el interés de satisfacer los gustos de los diferentes segmentos poblacionales,
sin menoscabar la función de los demás aspectos vinculantes.
Ambos
frentes vitales se representan en comisiones centrales y específicas,
encargadas de coordinaciones y ejecuciones dentro y fuera de Las Tunas, siempre
encaminadas a agilizar los suministros a los diferentes destinos o a destrabar
cualquier dificultad que se presente, sin interferir en las tareas habituales del territorio.
Todo está
concatenado a evitar baches en la diversidad de alimentos previstos en los balances
para los escenarios recreativos y con eso garantizar una atención adecuada, en
correspondencia con las previsiones.
En
planificación, producción, asignación y distribución tienen roles decisivos los
Organismos Globales de la Economía y la gama de centros pertenecientes a Comercio
y Gastronomía, Industria Alimentaria, Sistema de la Agricultura y Empresa
Azucarera, responsabilizados con la estricta entrega de recursos comestibles .
Hablamos de
enormes volúmenes de variadas mercancías, que deben trasladarse a distintas
distancias, luego de materializarse con la consagración de múltiples productores
y proveedores estatales, cooperativas y cuentapropistas, que requieren estables
suministros de materias primas para garantizar los diversos renglones.
Sin
pretensión de mencionar todos los productos imprescindibles, pudiéramos referirnos
a los claves: bebidas alcohólicas, refrescos, leche, yogurt, helados,
confituras, carnes, pescados, mariscos, pastas, huevos, viandas, vegetales,
granos, frutas, panes, galletas, dulces, caramelos y otros surtidos.
La
coordinación entre factores puede aliviar escollos en disímiles tareas
relacionadas con gestiones, producciones y trasiegos, tanto en el territorio
como en otras provincias.
Sin adecuada
transportación de cargas y veraneantes no habrá aceptable atención en los
lugares de esparcimiento, fundamentalmente en los que admiten mayores
afluencias de público, como playas, piscinas, campismos, excursiones, hoteles,
moteles, villas y parques de diversión, entre tantos.
Las
estructuras pertenecientes a Transportes, con más disponibilidades de vehículos
en la actualidad, tienen la mayor responsabilidad en el traslado de mercancías y de pasajeros
hacia los múltiples destinos, pero otros organismos y las cooperativas poseen
vitales tareas de apoyo para contribuir a la recreación en general y de sus
respectivos colectivos.
Ningún
eslabón vinculado con los vehículos estatales y particulares puede violar las
indicaciones generales para que los medios circulen con las necesarias
condiciones técnicas. En las manos de los responsabilizados se decide el cumplimiento
de lo dispuesto, que está encaminado a frenar los accidentes del tránsito con las largas
estelas de daños humanos y materiales.
Aunque en la
provincia y los municipios poseen suficientes experiencias en las acertadas
coordinaciones de las mencionadas tareas, nunca sobran los recordatorios con la
intención de que las cosas salgan bien.
La contribución
multisectorial decide en que hayan menos cantidades de incidencias negativas,
lo cual ayudará a que sigámonos distinguiéndonos en el desarrollo de la amplia
programación, que responda a la mayoría
de los intereses de los veraneantes tuneros y visitantes.
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