Aunque ya
comenzaron los arribos masivos de público, desde hoy las suaves o agiladas olas
bañarán a miles de veraneantes, que concurran a la predilecta zona tunera
durante la etapa estival.
Todo se ha
dispuesto para mantener la tradición de
que durante los meses de julio y agosto se reciban miles de bañitas por día,
fundamentalmente procedentes de la localidad y de los municipios de Las Tunas, Majibacoa y Jobabo.
Los
veraneantes podrán encuentran sosiego en la arena o en el agua de La Boca, La
Llanita y El Socucho, al compás de las múltiples ofertas gastronómicas de
trabajadores estatates y cuentapropistas. Según el colega Oscar Peña Peña, más
de 250 personas han solicitado permiso para realizar dichas funciones particulares
en el transcurso del verano.
Diariamente
cientos de vehículos de distintos portes llegan hasta las márgenes de este
enclave. Unos lo hacen a través de la
larga vuelta por el municipio de Jesús Menéndez, y otros acortan la distancia
directamente por El Socucho. Desde aquí, seguidamente abordan barcos para
cruzar el brazo marino hacia La Boca y La Llanita, trayecto que
a la vez se convierte en un pintoresco y agradable paseo para niños,
adolescentes y adultos.
Mayormente
los veraneantes asisten emparentados en parejas, familias y colectivos de
trabajadores y cooperativistas. Gran cantidad de ellos, llevan equipajes con
agua potable, comestibles, truzas, chores, pulóveres, chancletas y otros
atuendos y recursos necesarios para la ocasión.
A ambos
lados del bello escenario de asueto se puede disfrutar de disímiles opciones de
alimentos y recreos en la orilla y
dentro del agua la ambientación la crean los diferentes grupos al azar.
Como Las
Tunas tiene la virtud de estar bañada con las aguas del Océano Atlántico, al
norte, y las del Mar Caribe y el Golfo
de Guacanayabo, al sur; cuenta con extensas áreas de playa. Además de las mencionadas, que son las más
concurridas, posee La Jíbara, en otro escenario puertopadrense; La Herradura y
Punta de Corella, en el municipio de Jesús Menéndez; varios lugares de Manatí,
en el norte, y la sureña de Guayabal, en
“Amancio”.
La Herradura
comparte sus bondades con la población del respectivo territorio y buena concurrencia
del pueblo de Velasco y barrios aledaños, ubicados en los límites de la
provincia de Holguín; mientras, los amancieros lo hacen con los cercanos municipios de Colombia y Jobabo
y de la vecina Camagüey.
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