Rápidamente
me representé la situación de la provincia de Las Tunas, cuando me detuve a
escuchar este miércoles los análisis en la Comisión Permanente de la Asamblea Nacional que atiende los Servicios, en cuando a lo que deber realizarse para
que las unidades de la Industria Alimentaria den mayores respuestas a los incrementos
de la producción en el sector agropecuario.
Estas valiosas
estructuras, que funcionan cuando no sesiona el Parlamento Cubano, profundizan
en asuntos medulares del acontecer nacional como lo hacen ahora, previo al día
14 julio, cuando de desarrollará la sesión ordinaria del mencionado organismo.
Tales
criterios, basados en la situación del país, los relacioné con la actual
situación de las arcaicas y escasas industrias y minindustrias que procesan parte
de la abundante cosecha de mango y que provocan que hay que enviar hacia otras
provincias y que buena parte corre el riesgo de perderse. Algunas minindustrias
modernas instaladas en los últimos tiempos en cooperativas del sector campesino
no dan abasto en la cooperación con las estatales.
Hablo de una
situación que sorprende con frecuencia en el territorio en los picos de
cosechas como tomate, mango, guayaba y fruta bomba.
La
recuperación económica de la nación contempla la política de que las industrias
combinen la producción con el abastecimiento agropecuario a fin aumentar la conservación
de carne, frutas y vegetales para las diferentes etapas del año, especialmente
en aquellas en que escasean los suministros de renglones frescos.
Tal
proyección tiene en cuenta las potencialidades nacionales para mejorar la
alimentación del pueblo, estimular la producción y la mejoría de los
productores y sustituir importaciones vitales en la gran cadena económica.
En cada
municipio tunero existen unidades de la Industria Alimentaria, que funcionan
coordinadamente con las empresas de Acopio y Agropecuaria, pero objetivamente
no puede enfrentar los aumentos progresivos.
Aunque en la
Comisión Permanente de la Asamblea Nacional se planteó que se anda en dicho
camino con mayor celeridad porque forma parte de los Lineamientos de la Política Económica y Social del país, que se
concibe en la estrategia hacia el 2030, en Las Tunas debe tener una especial
inyección por estar en la cola de la nación en este frente y porque se pueden
seguir complicando la cuestión, con fomento de 30 polos productivos que
comienzan a dinamizar los resultados en viandas, hortalizas, granos, frutas y
carnes.
Concretamente,
las complejidades tuneras se conocen nacionalmente, pero les corresponden al
Gobierno y a la dirección de la Industria Alimentaria, en coordinación con el
sistema de la Agricultura en la provincia, timonear el asunto para encontrar la
necesaria agilización en tal importante acápite para impulsar el desarrollo
industrial, el mejoramiento alimentario de la población y el bolsillo de los
productores.
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