En bien de la salud

Desde finales  de mayo, ha vuelto a la carga en la ciudad de Las Tunas la ofensiva con fumigación en viviendas e instituciones en la llamada Operación Salud, que se extenderá hasta lo que resta de junio, con la finalidad de acorte el vuelo al mosquito Aedes aegypti.

Mayoritariamente la población de la capital tunera valora positivamente la ofensiva en la que intervienen más de 200 miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, en franca demostración de la unidad entre la población civil con la uniformada.

Esta acción prevé cortarle las alas al nocivo insecto, ante la presencia de las lluvias y a las puertas del plan de vacaciones masivas de estudiantes y trabajadores.

En esta  ocasión solo incluye a la capital, por ser la más proclive para encubar al dañino vector y tiene como experiencia a similar ofensiva realizada en 55 municipios del país desde finales de febrero del 2016 y hasta que concluyó el primer semestre de ese año para disminuir los índices de infestación del transmisor de varias enfermedades. En la mencionada ocasión abarcó a los municipios de Las Tunas, Manatí y Puerto Padre.

Las autoridades del Centro de Higiene y Epidemiología en el territorio indicaron que actualmente no hay transmisión de dengue, zika u otras manifestaciones, y el índice de infestación del mosquito Aedes está en parámetros aceptables, pero la presencia del vector requiere de  la presente ofensiva.

 La población colabora en la satisfactoria marcha de la tardea, que vincula a numerosos factores como Salud, las FAR, numerosas instituciones, organizaciones de masas, delegados del Poder Popular, consejo de vecinos, entre otros.

Expresiones de agradecimientos ofrecen los sudados guardias a quienes les ofrecen agua frío, refresco y otros alimentos ligeros como reconocimiento a la destacada labor en la carga y manipulación de los pesados aparatos de fumigación, que se estiman que pasen varias veces en el mes de junio por un estimado de 68 mil 851 locales.

Nueva expresión de la preocupación del Estado por la salud del pueblo, sin escatimar recursos, pese a las limitaciones económicas de la nación.

Vale la pena la exhaustiva caza del vector transmisor del dengue, la fiebre amarilla, el virus de la chikungunya y del zika.